Sí, no eres el único que quiere renunciar…
Por más que uno pensaría que la recuperación post-pandemia en Estados Unidos volvería las cosas a la normalidad en el sector laboral, la realidad es muy diferente. Y no porque no haya ofertas de empleo, al contrario ¡hay muchísimas! El meollo del asunto es que millones de empleados han ido a la oficina de Recursos Humanos para pedir su finiquito.
¿Los números?
Imagínate que entre mayo y septiembre de 2021, los trabajadores en Estados Unidos abandonaron más de 20 millones de puestos laborales y, tan solo en septiembre, 4.4 millones de empleados presentaron su renuncia. ¿Eso es mucho? Tú dirás, pero representa algo así como el 3% de la fuerza laboral estadounidense. Así que no es raro que, cuando veía el inicio de este fenómeno a comienzos de año, el psicólogo Anthony Klotz acuñó el término La Gran Dimisión.
¿La Gran Depresión?
No, la Gran Dimisión, también conocida por nuestros amigos whitexicans como The Great Resignation, es una tendencia en la cual los trabajadores renuncian a sus empleos de forma voluntaria. ¿Cómo pooor? Miles de personas están dejando sus trabajos para buscar nuevas chambas, estudiar, aventurarse a nuevas experiencias, formar su boyband o comerse al mundo como travel vloggers.
Pero eso no es todo
Diversos estudios lanzaron estadísticas diciendo que alrededor del 25% de los trabajadores estaban considerando jubilarse o cambiarse de trabajo. Y para concluir, Microsoft descubrió que el 41% de trabajadores a nivel global pensaban abandonar su empleo este mismo año, casi 11% más que el promedio de siempre.
Todo es culpa de …
Uno de los factores que pudieron dinamitar esta ola es el ahorro acumulado que se vió multiplicado por tantos estímulos económicos que dio el gobierno. Pero obvio, eso no explica la foto completa y hay quienes creen que, con el home office, la burbuja de la cultura de trabajo tradicional explotó.
¿Cómo así?
Muchos empiezan a hablar que la cultura organizacional en torno al empleo está cambiando. De hecho, el New York Times publicó hace poco un artículo llamado The YOLO Economy en el que señala cómo la gente ahora prioriza su salud mental, sus escapaditas a Tepoz o cualquier actividad que les traiga placer que estar pensando en el reporte que pide el jefe cada dos horas.
¿Un ejemplo del cambio cultural?
Lo hemos visto en varias empresas, como Twitter que hace unos meses anunció que ya no ven una necesidad tan clara de mantener a sus empleados en oficinas. O Salesforce, quien también comentó que los horarios de 9 a 5 se acabaron. Otras empresas les han dicho a sus trabajadores que solo en juntas importantes será cuando se tengan que presentar.
La joya de la corona
Claro está que el sector tecnología es la madre de todas las industrias en la actualidad, por lo que los trabajadores que sean especialistas en algún sector o área tecnológica, se pueden dar el lujo de renunciar y cotizar mejor su conocimiento, o incluso, emprender su propio camino. Además, las compañías tecnológicas han entendido que los costos de oficina y traslados se han podido modificar gracias a la flexibilidad y adaptabilidad de su giro.
Cambio de 180º
En 2019 el mercado laboral en Estados Unidos era muy competitivo, pero comparando las cifras de ese entonces con las actuales, el porcentaje de dimisión de empleos se ha disparado al 50%. Con el estrés de la pandemia y el encierro, muchas personas se dieron cuenta que no le estaban pagando bien o que de plano ese trabajo no era para ellos.
La pregunta del millón…
Es si este fenómeno será temporal y exclusivo de tiempos pandémicos. O, tal vez, hable de que la cultura laboral está cambiando en el mundo y ahora las personas no ven su éxito profesional como el valor más importante de su vida y su realización personal ya no dependa del puestazo conseguido. Ya veremos dijo el ciego.